sábado, 2 de marzo de 2013

Una presentadora siempre tiene que estar guapa

Hola a todos los que me seguís porque os gusta mi trabajo, por cotilleo o porque habéis caído aquí por casualidad o cualquier otro motivo. Hace tiempo que no escribía en el blog porque "afortunadamente" estoy muy ocupada. Pero es que lo de hoy se lo merece.

Resulta que yo, aunque dicen que no lo parece, siempre he sido un desastre a la hora de cuidarme. No se me da bien eso de comprar cremitas y mucho peor si me las tengo que poner... Tengo cremas que si os digo que hace 10 años que están en el armario de mi baño me quedo corta. Pero claro, esto no importaba hasta hace poco ya que no me puedo quejar de la genética heredada. El caso es que cuando empecé a pasar de los 20 a los 30 empecé a notar cambios, y ahora los cambios son más y más evidentes... Sí, me hago mayor, mi piel es menos elástica, mis adipocitos se empeñan en rellenarse de la grasa de las pizzas que tanto me gustan y la gravedad también se encarga de hacer de las suyas.

Afortunadamente mi profesión requiere estar más o menos en forma y tener un buen aspecto así que hace un año más o menos que empecé a comprar cremas que sí que uso y a hacerme alguna que otra limpieza de cutis. Pero es que hace un mes que me reencontré con una vieja amiga... lo de vieja es cariñoso porque no tiene muchos más años que yo... así que... ¡Vamos que es una moza en todo su esplendor! Me contó que trabajaba en uno de los mejores centros de estética de la Isla y me entró la curiosidad. Como me encanta el mundo de la publicidad me sorprendió no saber que justo debajo del gimnasio MegaSport existía Megahealth, y después de pedir consejo y acudir un par de veces para asesorarme pedí cita.

Pedí cita para un tratamiento facial que allí llaman "The Cure" y para una sesión de LPG ya que mis piernas necesitan que les den marcha y tan solo hace una semana que me he vuelto a apuntar al gimnasio y creo que combinar ambas cosas será lo que conseguirá que mis piernas vuelvan a ser una de las partes de mi cuerpo de las que siempre he estado más orgullosa, aunque casi nunca las enseñe.
Recepción de Megahealth
Pedí cita, para un tratamiento facial que allí llaman "The Cure" y para una sesión de LPG ya que mis piernas necesitan que les den marcha y tan solo hace una semana que me he vuelto a apuntar al gimnasio y creo que combinar ambas cosas será lo que conseguirá que vuelvan a ser una de las partes de mi cuerpo de las que siempre he estado más orgullosa, aunque casi nunca las enseñe.


Y hoy ha llegado el día, y para que no queden dudas aquí tenéis la prueba en vídeo.
Lo primero de todo ha sido la sesión de LPG, una chica muy maja morena de pelo largo me ha acompañado a una cabina muy amplia en la que me he puesto una malla (como no tenía una propia le he pedido una a una gran esteticista y persona, Sandra Sitjar, pero también se pueden comprar en el centro por 25€) que cubre todo el cuerpo y me he colocado sobre una camilla. Mediante una especie de  aspirador y con un masaje súper energético por todo el cuerpo he notado como la circulación sanguínea de mi cuerpo se ponía en marcha. La verdad es que al principio me parecía doloroso pero después de un rato me ha relajado muchísimo y casi me quedo dormida. Después me ha tocado un masaje anticelulítico y como tenían una crema italina IODASE ACTISOM en oferta por solo 29,90  € la he comprado porque me la han recomendado y la he dejado allí para cada sesión de LPG. Ahora tengo que volver el miércoles y mientras ir al gimnasio, cuidar la dieta y beber mucha agua

Después he pasado a otra cabina con otra chica que me ha realizado el conocido como "The Cure" en el centro y que ha mí me ha recordado a una tradicional limpieza de cutis, eso sí, me consta que los productos son de muy buenas marcas como Natura Bissé y la forma de aplicarlo de sus profesionales muy agradable. La extracción no me ha dolido nada y para colmo el masaje que me ha dado esa chica al finalizar, no puedo describirlo, eso hay que vivirlo... Frente, ojos, sienes, mandíbula, hombros, cabeza, cervicales, omoplatos, esternón... En fin, uno de los mejores tratamientos faciales de mi vida.

El salón es precioso, espacioso y el trato es exquisito. No hace frío, no hay ruidos, el olor es agrable... Vamos que no cuesta nada relajarse y disfrutar de sus tratamientos. Yo ya tengo cita para repetir el miércoles... ¡Buen fin de semana! 

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